miércoles, agosto 13, 2008




Como un espantapájaros
de brazos abiertos,
espero.
Que venga mi pájaro
a trinarme la mañana!
Dulce canto,
aleteo tibio que me abriga.
Que venga,
a posarse
sobre mi hombro.
Y con su pequeño pico
me acaricie,
me haga compañía.